Vivimos estos días la enorme paradoja de la casi continua
presencia de quien está ausente desde el lunes. Y duele. Duele su ausencia en
cada esquina, en cada momento, en cada trozo de la casa y en el planear de
cualquier actividad.
Poco a poco, suponemos, el tiempo irá colocando su
presencia en lugares acotados, determinados, allá donde el dolor se trasformará
en melancolía.
Esta ausencia presente no deja de ser la más dura verdad
de la muerte, vista desde este lado, desde el lado de quienes seguimos vivos.
Ésta no es su primera manifestación, sólo la más cercana en el tiempo. Pero es
una manifestación que se repite con mayor frecuencia cada vez. Y nunca tiene
sentido ni explicación que conforme a nuestra voluntad individual y personal.
Sólo queda seguir mirando la vida, vivirla, mientras sea posible.
Y en el terreno de la vida recuerdo que hace unos días me
dije a mí mismo que hoy mi blog debía hacerse cómplice del “Día de la Palabra”,
tal como explico un poco más abajo.
Porque aunque la muerte nos deje mudos en el dolor, en el
resto de la historia siempre nos quedará la palabra. Repasad aquello de:
Me queda la palabra
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Blas de Otero
Hace unos días recibí un e-mail del “Museo de la Palabra”
con esta comunicación:
Con motivo del
aniversario de la creación del Museo de la Palabra, se ha determinado el día 23
de Noviembre como Día Internacional de la Palabra como Vínculo de la Humanidad,
(lema éste del Museo de la Palabra).
En su página web aclaraban:
La proclamación frente
a la ONU, del 23 de Noviembre, como Día Internacional de la Palabra, es una
iniciativa de la FUNDACION CESAR EGIDO SERRANO, que consciente de la necesidad
del dialogo, como herramienta fundamental para la erradicación de toda
violencia, desea concienciar a toda la sociedad, con este concepto que
constituye a su vez la piedra angular de sus objetivos fundacionales, y que sin
duda es el único camino hacia una paz duradera entre los pueblos, sin
discriminación de ideas políticas o religiosas.
Y su mensaje terminaba:
Puedes además adherirte a la propuesta
aquí:http://www.dayofwords.com/es/adhesiones/particulares/anadir
Más información aquí:
http://www.fundacioncesaregidoserrano.com/es/
http://www.museodelapalabra.com/es/
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