Pensar
que uno sabe cómo piensa el otro, cómo siente, cómo es, … significa moverse en
un terreno resbaladizo, proclive a los
equívocos, las equivocaciones y los errores.
Con las
matizaciones que esta primera afirmación deberían imponerme, me atrevo a
afirmar que mi pensamiento filosófico, social, político, económico y hasta
teológico está lejos del de Joseba Arregui.
Sin
embargo, eso no es óbice para reconocer que acaba de escribir un artículo de
opinión en El Correo que me ha parecido sumamente inteligente, valioso, e
interesante: “No me registren, por favor”. Y, yendo aún más lejos, creo poder
afirmar que si su manera de pensar el euskera fuera común entre quienes
defienden, practican y hacen militancia del euskera (aunque la estructura gramatical no
sea correcta) podrían contar conmigo, siempre. Incluso cuando algunos matices
nos hicieran diferir en las posturas a adoptar.
Si
queréis, podéis leerlo en: http://paralalibertad.org/no-me-registren-por-favor/.
Deberíais hacerlo.
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