Acabo de leer la última novela de Carlos Bassas del Rey: “Cielos de plomo”
Al terminar la novela aparece una
larga “Nota del autor”. Nunca he entendido muy bien por qué un autor debe
explicarle su novela al lector. En este caso tampoco. Parece como que el autor
debiera justificarse ante lo escrito. Y en este caso también me lo parece.
Como muy bien dice: “La peripecia central de Cielos de plomo
transcurre entre la Barcelona y La Habana de principio de 1843 y, como tal,
trata de ofrecer un retrato fiel de ambas ciudades – mucho más de la primera
que de la segunda – y de una época.”.
“Es una
novela de ficción ambientada en una época determinada que, por lo tanto, se debe
a la verosimilitud. Y al entretenimiento.
Es él quien sitúa en el eje central
de una novela el entretenimiento y la verosimilitud. Respecto a esta segunda, debo
decir que yo no he tenido ningún problema con ella en la novela. Sí bien es
cierto que mi conocimiento y mi preocupación por la Historia son muy escasos,
Quizás por eso, no me cuesta nada admitir que los hechos que se narran bien
pudieran haber sucedido tal cual.
Respecto al entretenimiento, lo ha
conseguido en las dos primeras partes de la novela. No así en la tercera,
cuando a mi juicio la novela pierde interés, decae en su fuerza, posiblemente
en aras de un “final feliz”, sin el que el relato no hubiera sido posible al
estar contado en primera persona.
A medio camino entre una novela negra
y una novela de aventuras (quizás entremezcladas con una novela histórica), la
suma de géneros (o subgéneros) no me ha parecido para nada inadecuada.
He disfrutado de un relato fluido,
intrigante, y bellamente escrito en
muchos momentos.
Hay un “pero”. Un “pero” que aparece
una y otra vez en muchas de mis últimas lecturas. Es algo a lo que he decidido poner nombre,
debido a su repetición: “detallismo localista”, le llamaría yo.
Me explico: la ciudad (en este caso
Barcelona) está tan presente, con tantos detalles, que en muchos momentos
pareciera que hay que leerla con plano al lado. Y eso, en mi caso, no mejora el
relato. Al contrario, lo retarda, le da una carga que pesa mucho más de lo que
me aporta.
Os dejo dos “perlitas” de la novela:
“Uno
siempre vive mejor en cierto estado de ignorancia, dice el protagonista de
la historia.
“Mi
verdadero interés por ellas [las novelas sustraídas] no radicaba en las bondades de su interior, sino en que, una vez
acabadas, las revendíamos por seis reales, una auténtica fortuna. Víctor y yo
éramos los únicos miembros de la Tinya [una especie de banda de ladrones] que nos interesábamos por aquella fuente de
negocio. […] Éramos conscientes de
que la idea de que un libro pudiera tener algún valor produciría en nuestros
compañeros tal ataque de hilaridad que ¿para qué molestarlos?
quisieramos saber en que soporte lees las novelas, si sobre papel o de forma digital. O tal vez ves videos que raltan la novela. Gracias
ResponderEliminarHola, Pedro: No te conozco y no se quiénes sois (en plural porque tu comienzas con "quisiéramos"). Pero habéis despertado mi curiosidad. Intento satisfacer la vuestra: no desdeño ninguno de los soportes, si bien jamás se me ha ocurrido lo del asunto de los videos.
ResponderEliminarLos utilizo indistintamente, aunque debo confesar que cada vez estoy más cómodo en el formato digital.
El libro de papel (ahora mismo leo "1794" en papel) pesa mucho, ocupa demasiado espacio para mi casa y se abre mal entre páginas.Además resulta más caro.
Un saludo
Andrés López Ibarrondo