lunes, 12 de septiembre de 2011

Diez días casi


Quizás resulte extraña la entrada que sigue. La comprenderéis mejor sabiendo que durante una semana he estado sin ordenador, gracias al despiste de dejar los cables en Bilbao. Casi no me he podido conectar.
Además, un rápido resumen de esta última semana mitigará un poco la sensación de abandono que pueda existir en un blog no renovado en diez días. Han sido éstos días -¡por fin!- de playa y baño, de fiestas en Santoña, de eurobasket, de lectura frenética,de paso de la Vuelta por Santoña, de cisnes,…
Por orden cronológico os copio dos o tres cosillas que hubieran sido otras tantas entradas.  El jueves escribía: ¿El dinero nubla la inteligencia?, ¿determina el pensamiento político? ¿los hace iguales – a los que lo tienen – estén en el partido que estén?
José Bono (presidente del Congreso, socialista –dice él-, con un patrimonio superior a los 1´8 millones de euros, dos casas, un apartamento, 41.000€ en su cuenta y más de 100.000 en planes de pensiones) se despide de Fraga (el de “la calle es mía”; casi un millón de euros de fortuna) con una carta en la que (CITO) “le expresa su gratitud y cariño (…) Bono elogia al veterano dirigente popular como un patriota de bien y alaba su trabajo a favor de la convivencia” (FIN DE LA CITA).
No hay nadie mejor –en el más estricto sentido moral del término- en el bando del PSOE para ejercer cargos públicos?  Pues, si no hay, que se vayan. Al menos Bono que se vaya (recuerdas la canción, ¿no?)
El sábado escribí esto: Pregunta Bildu cuánto nos ha costado a los que pagamos impuestos en Bilbao el final de la etapa de Vuelta Ciclista a España. Me parece una muy buena pregunta. Cuanto más sepamos de lo que se hace con nuestros impuestos, mejor. Espero que sigan preguntando: ¿a cuánto nos sale cada partido en la Catedral?; ¿cuánto pagamos por el Arriaga (esto para comparar). Habrá, sin duda, mucho que preguntar.

El domingo fue día de cisnes. El sábado había estado viéndolos Pili. Estaban más o menos como en la foto. Como el domingo amaneció oscuro fuimos a “visitarlos” y no los encontramos. Supusimos que habrían volado ya hacia otras tierras. Al volver hacia casa encontramos uno de ellos muerto cerca del arcén de la carretera. No había sido atropellado, posiblemente, al volar, tropezaría con uno de los cables del tendido eléctrico y caería. Dicen que suele ocurrir. Nos llenamos de tristeza, pero no os voy a subir su foto. Luego, a la tarde, volvimos a ver a la pareja de padres con siete crías en otra zona distinta de la marisma (las dos zonas están divididas por una carretera). De modo que siguen allí. No debe ser fácil echar a los hijos de casa.


Y un último asunto. “Bajo los vientos de Neptuno”, de Fred Vargas, no es una novela negra. Si la novela negra parte de un asesinato y analiza la sociedad donde este ocurre, “Bajo los …” no es negra. Policíaca sí es. Y buena. De las que enganchan. La compré el pasado martes, la acabé ayer. Para 500 páginas no es mala marca. Vamos que me la he tragado. Así que si no tenéis tiempo para “perderlo”, absteneos de ella.



Fin

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