Quizás
resulte extraña la entrada que sigue. La comprenderéis mejor sabiendo que
durante una semana he estado sin ordenador, gracias al despiste de dejar los
cables en Bilbao. Casi no me he podido conectar.
Además,
un rápido resumen de esta última semana mitigará un poco la sensación de
abandono que pueda existir en un blog no renovado en diez días. Han sido éstos
días -¡por fin!- de playa y baño, de fiestas en Santoña, de eurobasket, de
lectura frenética,de paso de la Vuelta por Santoña, de cisnes,…
Por
orden cronológico os copio dos o tres cosillas que hubieran sido otras tantas
entradas. El jueves escribía: ¿El dinero
nubla la inteligencia?, ¿determina el pensamiento político? ¿los hace iguales –
a los que lo tienen – estén en el partido que estén?
José
Bono (presidente del Congreso, socialista –dice él-, con un patrimonio superior
a los 1´8 millones de euros, dos casas, un apartamento, 41.000€ en su cuenta y
más de 100.000 en planes de pensiones) se despide de Fraga (el de “la calle es
mía”; casi un millón de euros de fortuna) con una carta en la que (CITO) “le
expresa su gratitud y cariño (…) Bono elogia al veterano dirigente popular como
un patriota de bien y alaba su trabajo a favor de la convivencia” (FIN DE LA
CITA).
No hay
nadie mejor –en el más estricto sentido moral del término- en el bando del PSOE
para ejercer cargos públicos? Pues, si
no hay, que se vayan. Al menos Bono que se vaya (recuerdas la canción, ¿no?)
El sábado
escribí esto: Pregunta Bildu cuánto nos ha costado a los que pagamos impuestos
en Bilbao el final de la etapa de Vuelta Ciclista a España. Me parece
una muy buena pregunta. Cuanto más sepamos de lo que se hace con nuestros
impuestos, mejor. Espero que sigan preguntando: ¿a cuánto nos sale cada partido
en la Catedral?; ¿cuánto pagamos por el Arriaga (esto para comparar). Habrá,
sin duda, mucho que preguntar.
El
domingo fue día de cisnes. El sábado había estado viéndolos Pili. Estaban más o
menos como en la foto. Como el domingo amaneció oscuro fuimos a “visitarlos” y
no los encontramos. Supusimos que habrían volado ya hacia otras tierras. Al
volver hacia casa encontramos uno de ellos muerto cerca del arcén de la
carretera. No había sido atropellado, posiblemente, al volar, tropezaría con
uno de los cables del tendido eléctrico y caería. Dicen que suele ocurrir. Nos
llenamos de tristeza, pero no os voy a subir su foto. Luego, a la tarde,
volvimos a ver a la pareja de padres con siete crías en otra zona distinta de
la marisma (las dos zonas están divididas por una carretera). De modo que
siguen allí. No debe ser fácil echar a los hijos de casa.
Y un
último asunto. “Bajo los vientos de Neptuno”, de Fred Vargas, no es una novela
negra. Si la novela negra parte de un asesinato y analiza la sociedad donde
este ocurre, “Bajo los …” no es negra. Policíaca sí es. Y buena. De las que
enganchan. La compré el pasado martes, la acabé ayer. Para 500 páginas no es
mala marca. Vamos que me la he tragado. Así que si no tenéis tiempo para “perderlo”,
absteneos de ella.
Fin
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