“Fácil de matar” se presentaba como una interesante novela “negra”. Expectativas defraudadas. De repente, con brusquedad – demasiada, incluso, para mi gusto, se transforma en una “simple” novela “policíaca”.
Y en ese sentido, ni siquiera en una inteligente, deslumbrante, intrigante hasta el final. La solución del asesinato surge por casualidad y sus razones se delimitan en la codicia, el amor, los celos,…
Como mucho, un paseo por Beirut y algunas de sus gentes, que para quienes gusten de esa ciudad tendrá su encanto. Cuatro pinceladas críticas a algunas instituciones menores - embajada, Instituto Cervantes,…- y poco más.
Eso sí. A veces la prosa resulta brillante.
Menos mal que hoy, por fin, ha sido un día total de playa, baño incluído.
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